Episodio 226 Adherencia extrema por necesidad con Iris Gutierrez
Adherencia extrema por necesidad con Iris Gutierrez En este episodio hablo con Iris Gutiérrez, una escaladora gallega afincada en Madrid fanática por accidente de la
En este episodio te hablo de un concepto interesantísimo, el entrenamiento cerebral.
Este tipo de entrenamiento difiere del entrenamiento mental, en el que se trabaja conscientemente con nuestro pensamiento y se basa en entender el funcionamiento fisiológico de nuestro cerebro para maximizar el aprendizaje en la escalada. La primera vez que he escuchado hablar de él ha sido a través del libro Maximum Climbing de Eric Horst.
De forma simplificada, tus neuronas forman conexiones con las neuronas que tienen alrededor. Cuando un grupo de neuronas forman conexiones entre ellas y se disparan a la vez frente a un estímulo se entrelazan, formando un canal neuronal. Y con el uso este canal de neuronas se va entrelazando más y más, siendo cada vez más eficiente. Un simple pensamiento, emoción o respuesta a un estímulo provoca en tu cerebro una respuesta neuronal, y está provoca nuevas conexiones o refuerza conexiones existentes.
Hay más de cien mil millones de neuronas en tu cerebro y cada una tiene el potencial de relacionarse con miles de neuronas a su vez. Esto hace que el potencial de conexiones y por ende de aprendizaje del cerebro sea inconmensurable. Simplemente entendiendo que los estímulos que te llegan y los pensamientos que tienes alteran físicamente las conexiones neuronales, y que la repetición fortalece las conexiones neuronales, te proporciona un poder enorme. Esto significa que siempre, siempre se puede aprender más, como vimos en el episodio de la mentalidad del crecimiento, siempre puedes mejorar tu habilidad, técnica y eficiencia, sin importar el nivel en el que estés. ¿No es alucinante?
De este principio deriva el concepto sobre el que vamos a trabajar en nuestro entrenamiento, la plasticidad cerebral. El cerebro tiene la habilidad de cambiar fisiológicamente en base a las experiencias y pensamientos. De hecho, por alucinante que parezca, pacientes que han tenido daño cerebral en zonas que han dejado una función impedida como el habla, han conseguido volver a aprender esta habilidad instalándola en otra parte sana del cerebro. ¿Que pasada no?
Una vez tienes esto claro, puedes usar este concepto para tu beneficio. Sabes que tienes un potencial casi infinito de aprendizaje, y que tu cerebro es plástico y evoluciona en base a los estímulos externos y a las reacciones ante estos.
Entonces, si eliges de manera consciente los estímulos a los que te sometes e intentas controlar las reacciones que tienes ante ellos, estás físicamente agrandando los canales neuronales que te van a ayudar en tu entrenamiento, en tu escalada y a nivel último en tu vida.
Si esto fuera poco, cuando además de entrenar a tu cerebro sometiendolo a nuevos estímulos y retos, realizas una actividad física intensa; no solo incrementas la cantidad de conexiones, sino que también aumentas la vascularización, mejoras la capacidad de funcionamiento de tu cerebro, proporcionándole el alimento que requiere.
Sin embargo, como los cambios mayores ocurren cuando te sometes a situaciones nuevas y complejas, es importante variar tu entrenamiento y tus escaladas para maximizar tu aprendizaje.
Has visto que cada movimiento que ejecutas genera y refuerza nuevas conexiones neuronales, y que con la repetición estos canales serán cada vez más grandes y fuertes, y tendrán más facilidad para ejecutarse. Entonces, escalar con una técnica ineficiente, sin prestar atención a los pies, con una mala postura o con tensión innecesaria va a reforzar este patrón, y viceversa. Escalar prestando una atención delicada a la calidad de cada movimiento, intentando realizarlo de la forma más limpia posible, con una postura no lesiva y utilizando solo los recursos musculares que necesitas, hace que esta forma de escalar cada vez sea más y más natural en ti.
Esto es toda una revelación. Cuando estés en el roco, no por tener buenos pies dejes de prestarles atención. Si puedes ponerle en vez de 10 kilos, 20, 30 o 40 a un buen pie, estarás escalando mejor. No por querer hacer un bloque o vía duro te permitas ir pataleando la pared sin pensar que haces con los pies. Seguro que habrá momentos en los que no escales con la mejor técnica posible, reconócelos y vuelve a practicar esos movimientos hasta realizarlos de la forma más limpia posible. Enséñale a tu cerebro a reforzar las mejores maneras de escalar. Quizás esto suponga al principio que no puedas hacer tantos bloques o vías distintos en una sesión, sin embargo te va a proporcionar unas ganancias tremendas.
Además, cuando escales en roca, intenta aumentar el volumen de escalada que realizas con un movimiento de mucha calidad, para reforzar tu técnica. Combina esto con tus proyectos, y pronto podrás aplicar esta eficiencia también en tu máximo grado.
Te dejo una entrevista de Rocanbolt a Adam Ondra en la que trata este tema
Otro aprendizaje profundo que deriva del entrenamiento cerebral, es que habilidades complejas que están basadas en diferentes canales neuronales muy específicos tienen muy poca o nula transferencia entre ellas. La escalada es un deporte con una complejidad extrema, y las habilidades que se requieren para escalar diferentes estilos son muy muy diversas. Por eso para escalar bien adherencia, fisura, placa, desplome o techo, tendrás que trabajar individualmente con los patrones que involucren cada una de esas habilidades. Seguro que lo has experimentado por tí mismo o lo has visto en otros. Seguro que conoces a alguien que es capaz de hacer 7a en desplome de continuidad, y en adherencia se cae en 6bs… o viceversa Esto no quiere decir que sea mejor o peor escalador, sino que en concreto, tiene unas habilidades adquiridas refinadas para una dificultad concreta, el desplome de continuidad; pero no ha generado esas mismas habilidades en otros tipos de escalada.
Por eso, y porque el cerebro aumenta su aprendizaje en situaciones nuevas, es importantísimo que varíes tu entrenamiento y que adquieras patrones refinados de movimiento en todas las facetas de la escalada.
Además, derivado de esto se deduce que actividades complementarias muy comunes, como el slackline o el yoga, no te van a ayudar nada en tu técnica. Aunque por supuesto te proporcionarán otros beneficios, ya sean físicos, de concentración,de descanso y muchos otros.
El último aprendizaje que extraigo, es que el cerebro, como ya hemos hablado, aprende mejor y más bajo situaciones complejas en las que tenga que esforzarse. Además si estas situaciones complejas vienen acompañadas de un gran esfuerzo físico, el potencial de aprendizaje se complementa con un mayor riego sanguíneo en el cerebro, que va a hacerlo funcionar mejor en el futuro.
Por tanto a la hora de entrenar para escalar, no solo tienes que preocuparte de hacerlo con la mejor técnica posible, sino que tienes que buscar la dificultad. Busca la dificultad a la hora de resolver movimientos complejos y la propia dificultad física del bloque o la vía en sí. Esta será diferente para cada escalador, mi entrenamiento será poco más que el calentamiento de Adam Ondra, y sin embargo puede ser algo super lesivo y dañino para alguien que está empezando. Así que no midas la dificultad por lo que hagan tus amigos, tu sabes bien cuando te estás esforzando y dándolo todo. Y ahora sabes también, que cuando lo haces, estás maximizando tu aprendizaje y tus ganancias.
El mundo es tu rocódromo, sal ahí fuera y disfrútalo!
Adherencia extrema por necesidad con Iris Gutierrez En este episodio hablo con Iris Gutiérrez, una escaladora gallega afincada en Madrid fanática por accidente de la
“Snoopy”. De la bota y la maza al octavo en libre, con Carlos Ruiz En este episodio hablo con Carlos Ruiz «Snoopy», un pionero de
Caca en los sectores y otros grandes melones con Fabio Roldán En este episodio hablo con Fabio Roldán, un gran amigo escalador acerca de todos
Javipec, el ojo tras la cámara En este episodio hablo con Javipec, fotógrafo especializado en escaladores y escalador fanático Episodio patrocinado por Click en la