Ejercicio estrella para mejorar tu técnica gracias a la propiocepción
El ejercicio es sencillo y básico, pero no por eso deja de ser relevante.
Cada vez que practiques un gesto nuevo, un movimiento duro en una vía o un bloque… Conscientemente intenta comparar la sensación, como sientes tu cuerpo cuando lo efectúas de forma eficiente con respecto a cuando lo haces de forma más torpe o usando más fuerza de la que deberías. Cultivar este hábito te va a llevar ser capaz de identificar cada vez sensaciones cada vez más sutiles, y por ello refinar tu técnica cada vez más y más.
Cada tipo de roca, de ángulo de escalada, de gestualidad te va a proporcionar un feedback único que tienes que aprender a interpretar para poder escalar con eficiencia. Cuando escalamos por debajo de nuestro límite, el inconsciente se ocupa de la información propioceptiva, sin embargo, en el crux de la vía o en movimientos nuevos que estás aprendiendo, gran parte de tu atención consciente se ocupa de esta información, dejando poco espacio para otros propósitos. De hecho, muchas caídas en pasos claves de la vía se deben a una interpretación errónea de las pistas que la propiocepción te ofrece… Como no descansar lo suficiente y empezar la secuencia con demasiadas pulsaciones o no ejecutar la gestualidad de la bicicleta de forma eficiente y hacer cansado el movimiento más duro.
Si eres capaz de identificar diferencias sutiles en tu propiocepción, escalarás mejor, sea cual sea tu estado de forma, tu técnica y el grado que escales… Con lo cual, es algo a lo que prestar atención, y que te va a proporcionar grandes beneficios a largo plazo.
Pistas propioceptivas
Ahora que ya tienes esto claro, voy a repasar unas cuantas de esas pistas propioceptivas, a las que puedes poner atención cuando escales, son muchas y para que no te abrumes, voy a dividirlas según el ángulo de la roca:
En placa tumbada o adherencia:
- Siente tu tronco y brazos relajados, salvo cuando estés ejecutando movimientos máximos.
- Siente tus antebrazos relajados y el peso sobre tus pies.
- Siente el equilibrio entre tus piernas, cambiando de un pie de apoyo a otro.
- Siente el apoyo sobre un canto pequeño, o si haces adherencia, siente el contacto de la suela con la roca, el talón haciendo fuerza hacia abajo y los gemelos en tensión
- Siente relajación y respiración calmada.
En placa vertical:
- Siente tu centro de gravedad posicionado entre los puntos de contactos que tengas con la roca, o posicionado sobre un pie bueno de apoyo.
- Siente más peso sobre tus pies que sobre tus brazos.
- Siente la calidad del contacto de tus pies con la roca.
- Siente el contacto de tus manos con la roca. Siente como puedes relajarlo hasta el punto en el que casi vas a dejarte ir
- Siente la tensión en tu torso incrementar y disminuir cuando lo necesitas para dar más fuerza a un brazo o pierna en particular.
- Siente como los brazos agarran para equilibrar y las piernas impulsan el movimiento hacia arriba.
- Siente relajación en la medida de lo posible en antebrazos y hombros.
- Siente una respiración constante salvo en pasos duros.
En desplome:
- Siente el peso en tus brazos estirados. Siente y usa la contracción del biceps sólo para hacer pasos largos
- Siente los antebrazos relajados en cantos grandes, y tensos en regletas y cantos pequeños.
- Cuando escales de frente a la roca, siente las caderas abrirse y tu tronco acercarse a la roca.
- Cuando escales apoyado sobre el canto exterior de tus pies, siente la torsión del tronco y siente como la tensión en los abdominales y dorsales te acerca a la roca.
- Siente la relajación en hombros y antebrazos en reposos entre movimientos duros.
- Siente tu respiración constante y abdominal salvo en pasos duros.
El mundo es tu rocódromo, sal ahí fuera y disfrútalo!