Episodio 226 Adherencia extrema por necesidad con Iris Gutierrez
Adherencia extrema por necesidad con Iris Gutierrez En este episodio hablo con Iris Gutiérrez, una escaladora gallega afincada en Madrid fanática por accidente de la
¿Se puede disfrutar mientras se tiene miedo? Si no fuera así las películas de terror no tendrían sentido… Pero, si el miedo supera cierto umbral, si en vez de una película de terror te encuentras 2 metros por encima de la última cinta, sin saber cómo seguir, sin fuerzas para destrepar, con los brazos rígidos y las piernas temblando, y pensando en si tu asegurador va a hacer un buen trabajo…
Entonces estoy seguro de que el disfrute se ha despejado de la ecuación.
Hoy quiero hablarte de cómo el miedo, el estrés, a niveles adecuados puede servirte para mejorar tu rendimiento y disfrutar y sin embargo si te pasas tendrán el efecto contrario.
A niveles suaves o moderados, la respuesta fisiológica al estrés y al miedo te ayuda a focalizar, a incrementar tu atención, tu memoria a corto plazo e incrementa tu capacidad de análisis y resolución de problemas. Vamos que el cóctel de hormonas que se libera en tu sangre te dopa para que tengas un mejor rendimiento en la roca. Seguro que has tenido alguna experiencia en la que tenías miedo ante una caída, y no sabes de dónde sacaste la concentración y el arrojo para hacer la secuencia, grapar, y llegaste a la cadena… y todo parecía fluir hacia tu objetivo. No hablo de que no tuvieras ansiedad, simplemente no te dejaste consumir por ella.
Pero seguro que recuerdas también alguna otra vez, cuando el miedo era tan intenso que solo eras capaz de ver la cinta ahí abajo, y tus brazos hinchados… No podías ver ni el canto que tenías a 20 cm, tu técnica se había ido al garete, incluso aguantabas la respiración…. Y sin darte cuenta ya estabas gritando y cayendo, ya estabas colgado de la cuerda sin saber qué había pasado.
Uno de los principales efectos del miedo con intensidad es la visión de túnel, en vez de mejorar tu atención y capacidad de análisis, el miedo te hace focalizarte sólo en el aspecto que te da miedo, dejando de ver, oír y sentir cualquier otra cosa, olvidándote incluso de respirar.
¿Es así?
Estoy seguro de que alguna vez te ha pasado, como a mi, en realidad como a todos. Ya te conté en el episodio 3 que el miedo a las alturas, a volar, es universal y está en ti para protegerte, por cierto si aún no lo has escuchado te recomiendo que vuelvas a él para poder entender este de una forma más completa.
Pues en este caso, estas respuestas inconscientes que tienes frente al miedo también tienen una explicación evolutiva.
La respuesta al miedo de una forma leve se da cuando te enfrentas a una amenaza que no conoces, difusa. Imagínate a un hombrecillo hace 70000 años yendo a su cueva a asar la caza, anocheciendo en un bosque, con los conejos a la espalda. El miedo a que un depredador pueda estar escondido le hace estar alerta, despierta sus sentidos, y le hace poder analizar la situación de una forma óptima. El miedo, la activación le están protegiendo. Sin embargo si de verdad encuentra a una amenaza, un oso viene a por él. Entonces el miedo se dispara y la visión de túnel le permitirá poner atención sólo en unas pocas cosas, el bicho y la huida… Ya no hay más, no importa que se haga daño, no lo va a notar, no importa otra cosa, el cóctel bioquímico que se ha liberado en su sangre está perfectamente diseñado para hacerle salir de ahí con vida.
Volviendo de nuevo al presente, a la roca. Está claro que la visión de túnel no te interesa para escalar, pero… ¿y si pudieras usar al miedo de forma moderada para tu favor? ¿Y si pudieras “doparte” de forma natural para mejorar tu atención, concentración y capacidad de resolución de secuencias cuando lo necesites?
Los efectos del miedo y estrés frente al rendimiento han sido ampliamente estudiados en psicología, y se han descrito en la llamada curva activación/rendimiento.
Si colocas la activación desde el aburrimiento al terror en el eje horizontal y el rendimiento en el vertical, la curva tiene una forma de U invertida.
Esto viene a describir y ampliar lo que he contado antes, frente a una situación de aburrimiento y desinterés, por ejemplo, una vía que no te motiva, estando cansado, tu rendimiento será muy bajo. Si vas avanzando en interés, en motivación y en estrés, llegarás al punto óptimo de rendimiento, sin embargo si te pasas de estrés y miedo te bloquearás, entrarás en visión de túnel y activarás la respuesta huida o lucha.
Sin entrar en más tecnicismos, lo que quiero que te quede claro es que no hay que tenerle miedo a un poco de miedo, valga la redundancia. El miedo a volar es algo natural, y siempre que sepas mantenerlo dentro de niveles razonables no te va a perjudicar, sino todo lo contrario, te va a dar “alas” para encadenar tu proyecto.
Lo primero es saber que en la escalada tenemos mil retos y situaciones distintas, y cada una requerirá de un nivel de activación óptimo. No es lo mismo una vía explosiva de 4 chapas, en la que necesitas estar a tope, muy muy activado, para poder darlo todo en un periodo de tiempo corto, que una placa de adherencia en la pedriza, en la que si tu corazón late muy fuerte te puedes desequilibrar y caerte en un aleje de 4 metros. Estoy exagerando claro, pero quiero dejarte claro que hay situaciones en las que es mejor tener un nivel de activación bajo y otras en las que quieres realmente estar dando saltos.
Incluso, dentro de la misma vía, habrá secciones en las que necesites una activación alta y otras en las que requieras mucha más frialdad. Saber identificar esto te da una distinción potentísima a la hora de planear tu táctica para atacar a la vía en cuestión.
El estado mental, las emociones que sientes, la activación, aburrimiento etc. son función directa de tres factores que puedes controlar.
Utilizando estos tres con sentido puedes llegar a modular tu estado como un maestro, y ponerte en el óptimo de rendimiento antes incluso de haber empezado. No sé que piensas, pero nunca has vivido que hay veces que antes de empezar estabas convencido de que ibas a subir y todo ha fluido? Y otras ibas con miedo, con dudas, convencido de que estabas cansado y te has caído 10 veces… Este es el poder de tu mente, todo lo transforma y lo modula, pero bueno, no quiero ponerme metafísico.
Puede que ahora estés pensando, vale y qué pasa si entro en un estado óptimo, pero después de 2 minutos en la vía tengo el corazón a 2000 ppm, los brazos como berenjenas y visión de túnel. ¿Qué puedo hacer para modular mi estado?
Te cuento lo que hago yo. De nuevo utilizo los 3 aspectos.
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