Objetivos y obstáculos
Cada gran invención, cada hazaña extraordinaria, cada encadene épico empieza como un mero pensamiento en el cerebro, como unos cuantos impulsos eléctricos coordinados de forma específica formando el deseo de hacer algo y la voluntad de conseguirlo. De ese germen, gracias a la acción focalizada, este pensamiento se transmuta en una acción, un objeto, unas consecuencias. Este proceso increíble de transformar pensamientos en actos y consecuencias está grabado en la naturaleza humana. Estamos por tanto programados para perseguir y conseguir objetivos.
Cuando estableces y avanzas hacia grandes objetivos, por supuesto encontrarás grandes obstáculos en el camino. De hecho los obstáculos son la otra cara de la moneda de los objetivos. No puedes alcanzar grandes objetivos sin sobreponerte a grandes obstáculos.
Por eso, quizás en vez de tratar de evitar estos obstáculos en la búsqueda del confort, puedes buscarlos activamente como buenos indicadores de crecimiento… como los maestros que te van a llevar a tu objetivo.
Como los más grandes escaladores, también tú puedes romper tus barreras personales, y el primer paso para esto es tu imaginación, es visualizarte escalando esa vía que te inspira. A partir de ahí tendrás que aprender a perseverar, a superar obstáculos y a re-encuadrarlos como espejos que te muestran debilidades en vez de rocas inamovibles, gendarmes en mitad de tu camino.