A mi me ha pasado también. El problema es que la técnica de calidad, es por necesidad automática. La mayoría de las decisiones técnicas las desarrollas de forma subconsciente. En una secuencia de escalada hay demasiadas decisiones que realizar de forma rápida que cuando interfieres con tu razonamiento, las entorpeces, tomando decisiones demasiado lentas y pierdes la coordinación.
La mente consciente sólo tiene espacio para poner atención a unas pocas decisiones y movimientos a la vez, y es mejor reservarlo para la estrategia que vas a seguir y para mantenerte tranquilo.
Vaya Migue, entonces qué? ¿Cómo entreno algo que luego tiene que venir de forma automática?
Pues no es nada complicado ni oculto, la técnica hay que trabajarla en vías o bloques muy fáciles, en las que tienes mucho espacio para pensar y procesar la información propioceptiva y sensorial que te llega. La verdadera clave es usar las vías o bloques de calentamiento para esto.
¿Qué haces cuando calientas? ¿Te subes a una vía fácil mientras hablas con tu compañero de cordada del sentido de la vida o vas recordando la de papeles que te esperan en el curro mañana?
Imagina si usaras todas y cada una de las vías de calentamiento para refinar tu técnica, ¿no serías un escalador mucho mejor a lo largo del tiempo? También puedes ponerte a hacer vías fáciles o bloques de forma consciente para aprender técnica, pero para mí el calentamiento es clave, ya que siempre voy a hacer y me aseguro así de que no dejo atrás mi entrenamiento de calidad de movimiento. Además así tendrás un aliciente para no ponerte a calentar en vías duras, y tu musculatura te lo agradecerá.
Sin embargo, practicar vías duras también es importante, es donde vas a poner en práctica lo aprendido de una forma subconsciente, y donde vas a realmente fijar esos gestos nuevos o refinados. La diferencia es que cuando estés aprendiendo técnica, tienes que poner toda tu atención en la misma para mejorar, y cuando estés aplicando la técnica en vías duras, tienes que concentrarte en escalar, respirar y disfrutar, dejando que la técnica venga sola.